lunes, 30 de junio de 2008

y ella, retraida en lo mas profundo de su ser,indagando en lo mas íntimo de su alma,fue a su escritorio, tomo tinta y papel y comenzó a escribir:

Estimada Muerte:

Hoy me dispongo a escribirte, por fin me armé de valor, aunque se que pronto tu misma me lo quitaras.He oído mucho de ti, por todas partes se te teme,eres la odiada en todo el mundo, eres lo que menos se desea a cualquier persona.

En este mundo pareces no tener cavida, aunque vengas y te muevas a tus anchas... asi parece ser.En ningun hogar se te menciona, en las iglesias por susto se te pregona, en los noticieros pareces ser anfitriona.No te conozco, y es imposible encontrar a alguien que me hable de ti, pues estimada Muerte, a ninguno dejas volver.

Y hoy no te escribo para huírte ni maldecirte, estimada Muerte,te invito a conocerme, te invito a mi hogar, a mi aposento, quiero decirte que no te temo, y como jamas alguien lo diria, estimada muerte, ahora yo te anhelo.Quiero que tomes mi mano, y te lleves mi soplo de vida,llevate todo lo mio, todo lo que soy, que yo me ire contigo.Donde quiera que estes, recibe mi mas caluroso saludo,que a tu venida, se ira haciendo frio pausadamente.

Con respeto,
Adriana Santomé.